Se revuelve inquieta de un lado a otro. Sus ojos cada vez más apretados,
se reducen a dos minúsculos bolindres negros que se han dejado caer ahí, en ese
punto de su rostro. Las piernas, anteriormente recogidas hacia su pecho, ahora
se mueven con agitación, intentando buscar un soporte que noche tras noche
nunca encuentran. Y justo cuando caen, los ojos vuelven a la realidad de la
oscura habitación, sólo imperturbable por unas pequeñas ráfagas de luz que se
escapan a través de las últimas rendijas de una persiana mal cerrada. Entre la
oscuridad, busca un sorbo de agua fresca para recuperarse de la angustia de los
sueños que la perturban cada noche. Otra noche más con esta agonía, sumergida
en esta puta soledad. Otra noche más sin noticias de él, mirando al horizonte
pensando que es allí donde está él. Otra noche más viviendo la distancia, sin
caricias, ni miradas, sin nuestra forma de hacer el amor. Otra noche más de
triste melancolía........
Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.
Una noche más después de, pero una noche menos antes de. :-)
ResponderEliminarUna forma muy positiva de verlo. Bienvenido X. ;)
EliminarTriste melancolía la de la añoranza. Un abrazo.
ResponderEliminarAcostumbramos a añorar lo que hemos perdido o lo que nunca hemos tenido. Un placer tenerte nuevamente por aquí. Beijos.
EliminarLa agonía de una cama vacía en la oscuridad de la noche... bien plasmado el sentimiento.
ResponderEliminarGracias. :)
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