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Mostrando entradas de julio, 2011

Nuevas experiencias

Despreocupadamente el tirante del sujetador se deslizó por su hombro derecho, debajo de la camiseta. Ella, se bajó la cremallera de su minifalda a cuadros y comenzó a descenderla por sus largas piernas. Ésta acabó aterrizando sobre el puff que aguardaba en el hall de entrada. Según avanzaba hacía la cocina, sus brazos alzados arrancaron la camiseta de su pecho. Delante del frigorífico, en ropa interior y tacones, apaciguó el calor de la calle, con una copa de vino blanco, regalo de la nueva vecina del edificio. Se acercó a la ventana para dejar entrar el frescor de la noche y su mirada se cruzó con la guapa veinteañera. Ambas se sonrieron cordialmente, con la timidez de dos cuerpos desnudos que se ven por primera vez. La copa fue alzada en señal de agradecimiento, pero su imagen desapareció, para instantes después hacer aparición en el umbral de la puerta. Dos extrañas y una botella de vino. La ausencia de palabras fue la invitación. La anfitriona, en ropa interior y tacones; la invi

Una de juegos

Me pasaron este meme y lo tenía pendiente desde hace varias semanas. Me viene del blog " Secretos de la Condesa Bathory" Las normas son: - Echa un vistazo a tu alrededor. - Coge el primer libro que veas. - Ábrelo por la página 89. - Localiza la quinta frase. - Léela. - Escríbela en el blog. He cogido "Hush, hush" de Becca Fitzpatrick (literatura juvenil) porque me encanta Patch. Para darle un poco de sentido he seleccionado el párrafo en vez de la frase. La frase es: Respiré con calma y me dije que aquellas palabras sólo estaban en mi imaginación. La otra posibilidad era que Patch tuviera el poder de conducir pensamientos al interior de mi mente, lo cual era imposible. Si a alguien le apetece a hacerlo, puede cogerlo.

Incidente

      Caía la tarde. Permanecía sentada en aquella pequeña terraza que encontró por casualidad. Su mente, perdida en su última adquisición "Todos los fuegos el fuego". Su garganta se refrescaba con el elixir frío que permanecía dentro de la copa. Se levantó para ir al baño, sin mayor preocupación. A la salida, su mirada cabizbaja, hizo que tropezara, vertiendo sobre su camiseta el líquido que el camarero llevaba sobre la bandeja. Ella, con los ojos cerrados, se excusó ante él por su torpeza y le preguntó qué inundaba ahora su camiseta. A lo que él, sin dejar de apartar la mirada de aquel sujetador gris perla, contestó que sólo se trataba de agua. Ella, respiró profundamente y abrió los ojos pausadamente, como quien descubre el mundo por vez primera, para encontrarse con dos ojos traviesones.       Inmóviles, frente a frente. Ella, preparada para un concurso "Miss Camiseta Mojada". Él, deseoso de convertirla en su presa. Sin palabras. Sin presentaciones. Sus mirada

Teléfono y algo más

Él: Es difícil dar contigo. Ella: Parece que no lo suficiente, porque me has encontrado. Él: Merece la pena buscarte. Ella: Y ahora que me has encontrado, ¿qué pasa? Él: Podemos charlar; qué tal tu día, qué estás haciendo, qué llevas puesto, esas cosas. Ella: ¿¡Qué llevo puesto!? Él: Por ejemplo. Ella: ¿Qué tiene eso de relevante para la conversación? Él: A mí me ayudaría a imaginarte con bastante exactitud. Ella: ¿Y si voy desnuda? Él: En ese caso, harías que la temperatura de mi piso superara a la de ambiente. Ella: ¿A los 45 grados? Él: Es que mi motor alcanza temperaturas elevadas. Ella: ¿Qué te cuento la verdad o lo que se le dice a los desconocidos en estos casos? Él: Arriesgaré por la primera opción. Ella: Hace diez minutos el calor era tan agobiante que acabé tirando los shorts y la camiseta al suelo. Así que estoy tumbada en el sillón desnuda. Él: ....... Ella: ¿No dices nada? Él: ¿Prefieres que guarde las formas o lo que le diría a una d

Caos

Sintió como la tristeza la inundó. Aquel ritmo, aquella rima, fueron silenciando su voz a medida que avanzaba por las breves palabras allí expuestas. Después, sólo quedó el silencio, como el existente en los últimos meses dentro de su corazón. Una mañana, la última entre los dos, ni un simple "hasta siempre, nena". Sin embargo, ella no consigue comprender el porqué de la tristeza que ahora la inunda y aquí se encuentra lanzando preguntas al infinito con la confianza ciega de que algún día, por lo menos el destino se digne en responderlas.