Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2013

de nuevo en mí...de nuevo sin ti...

¿Quién ha trastocado mis noches en atormentados sueños? ¿Por qué te amo sin amarte? ¿Por qué te quiero sin rozarte? Intento odiarte para olvidarte y, sin embargo, tus sonrisas provocadas vuelven a mí como el boomerang lanzado en una playa olvidada, por nadie transitada. Y, otra vez, parece que me he inyectado en vena litros de melancolía o será la lluvia que golpea contra mi ventana pidiendo paso para borrar tus huellas de este colchón en otrora transitado por tu olor a madera de cedro y canela. La esperanza es una mala consejera y yo una estupenda sufridora que rebusca excusas donde encontrarte, donde desearte. Ni te odio ni te olvido ni intención tengo porque prefiero esta careta a vivir en el sinsentido de no haberte tenido. Palpitaciones provocas en mí, alguna otra visión también pero qué es el amor sino la sinrazón del corazón. O llámalo locura, qué más da. Tal vez soy demasiado loca para este mundo tan cuerdo…

Cama a dos

-¿Puedo dormir contigo?, preguntó él desde el quicio de la puerta con el pelo ligeramente alborotado y unas calzonas que parecían no pertenecerle.              El cuerpo de ella se sostribaba sobre la parte derecha de éste. Le miró durante unos segundos sin decir nada. Hizo retroceder a sus caderas hasta dejarlas casi rozando la pared, dejándole un hueco entre sus sábanas. Él se introdujo entre el calor del cuerpo de Ana y el tacto frío de su propia piel. Permanecía inmóvil, tumbado bocarriba, presa del silencio de la tensión corporal.  -¿Los chicos no querían dormir?, preguntó ella con curiosidad, mientras humedecía los labios con la punta de su lengua. -Santos se ha pasado de copas y ya sabes cómo es cuando está al límite, respondió él mientras giraba ligeramente su cara para mirarla directamente a los ojos.  -¿Y desde cuándo tú renuncias a seguir la fiesta?, le inquirió ella pícaramente a la par que apartaba un mechón rebelde de su mejilla. -Desde que hay compañía más