Os voy a contar
una noticia muy novedosa porque creo que aún no os habéis enterado: "San Valentín está a punto de
llegar" Siento muchísimo haberos estropeado la primicia. Os dejo unos
segundos para que os recuperéis.
Como he seguido atentamente las
novedades para este día, no porque yo quisiera, sino porque me han bombardeado
(y lo siguen haciendo a no ser que funda mi portátil en un momento de crisis
anti-Valentín; pido perdón a los pobres Valentines que ellos no tienen la culpa
de llamarse así) el email desde todas las empresas/cadenas que os podáis
imaginar, creo que he aprendido más sobre todo lo necesario para San Valentín
en dos semanas, que en mis cinco años de carrera. ¿Me convalidarían esto por un
máster? Bueno, a lo que iba, os voy a dar las pautas para que no os olvidéis de
nada.
1. EL REGALO. Sin
duda, no puede faltar el detalle porque es prueba categórica de que amáis. Y
hoy en día si no amáis, mala decisión compañeros, no por vosotros, sino por
todos aquellos que os recordarán una y otra y otra vez cuál es vuestro defecto
para seguir estando solos. Sigamos. Ya no sirven bombones, flores, colonia, NO,
NO, ahora estamos en la época del "hazlo tú mismo", conocido como DIY
(Do it yourself). A más dinero tienes, más artesanal será el regalo. No os
preocupéis, aún estáis a tiempo de hacer algo decente o de al menos comprar
algo que no lleven cien más como fotocopias.
2. EL LUGAR. No
podéis ir al mismo bar/restaurante o similar que vais todos los fines de
semana, porque eso dará a entender que os habréis olvidado del día y no habéis
planificado nada. ¡Un poquito de originalidad, por favor! Porque, claro, uno de
los dos debe ser el que dé la sorpresa (sí, lo sé, todos lo estamos esperando,
pero abres un poco los ojos y lanzas un gritito y ambos nos creemos que es una
sorpresa). Así que yo aquí aplicaría la lógica, ¿quien preparó la última
sorpresa?, pues le toca al otro.
3. LA CENA. Aquí
existen dos posibilidades. La primera: si cocináis decentemente se espera que
cocinéis algo especial para la ocasión. Especial, especial. No lo único que
sabéis hacer. Yo recomiendo cenas ligeras si se pretende continuar con una
noche romántica. Moverse con el estómago lleno puede provocar situaciones
embarazosas. Muy embarazosas. Esto es para los enamorados novatos: Yo os
aconsejo que no arriesguéis con recetas nuevas. Si queréis una noche exitosa,
es mejor ir sobreseguro. Os estáis conociendo, cualquier cosa le va a
sorprender, excepto las croquetas de tu madre. La segunda posibilidad: si no
cocináis bien, hay restaurantes muy monos, asequibles y con buena
cocina. Y, además, al día siguiente no tendréis platos que fregar.
4. LA DECORACIÓN.
Este apartado es imprescindible para aquellos que optan por cenar en casa. No
es suficiente con una buena cena, ¡no, no! El ambiente debe ser el adecuado
para la ocasión. Vajilla, cristalería, mantelería, sábanas, velas, incienso,
música, flores, y un largo etcétera que ya ni me molesto en recordar; y
cada uno de ellos debe ser ideal, ideal para la ocasión, no vaya a desentonar
para el día. Rojo, por favor, porque si elegís otro color parecéis que estáis
llamando al maldito (éste debe ser el hermano gemelo de S. Valentín pero más cabrón)
y luego la pareja os echará la culpa por hacer la combinación inadecuada. Y
cuidado, no os olvidéis que tenéis la comida al fuego, se os vaya a quemar y se
jodió todo y al final tenemos la cena de enamorados en la hamburguesería de la
esquina.
5. LA ROPA. Si
creíais que lo que teníais en el armario os iba a servir, siento deciros que
estáis muy equivocados. Leerme bien, ¡existe ropa especial para San Valentín!
Sí, sí, lo que os digo. Desde hace dos semanas me mandan líneas de ropa con
mensajitos de amor, dulces caritas, animalitos enamorados, etc, etc. Y, digo
yo, ¿los que no celebran S. Valentín dónde comprarán ropa este último mes? Está
complicado el asunto, ¿eh? Porque llevar mensajes cariñosos o esos que parecen
confesiones de amor, que solamente entiende quien los lleva, después de estas
fechas está out, a no ser que sea la tendencia. Ya sabemos que como sea
tendencia, o te rindes o te miran como si fueras un salvaje sin
domesticar.
6. LA ROPA II. Lo
siento, pero la ropa interior se merece un apartado para ella sola. Que siendo
sincera a esto es a lo único que yo le veo un poco de sentido común, puesto que
la finalidad de la noche es amarse; luego, si ya no lo conseguís, deberíais
cambiar de táctica o de pareja, la que menos pereza de las dos os dé. Os
recuerdo que hemos vuelto al sexo vainilla. No os preocupéis, ya os daréis
cuenta porque han retirado los látigos, esposas y el cuero de las llamadas
tiendas "normales". Siento si alguno o alguna se ha llevado una
decepción, pero bueno, de toda la vida los han vendido en un sex-shop y el sexo
se ha seguido practicando. Porque os cuento otro secreto, ¡¡HABÍA SEXO ANTES DE
50 SOMBRAS DE GREY!! ¿Increíble, verdad? Seguro que alguno/a aún lo está
procesando.
Y ya con todo esto podéis pasar una
noche de S. Valentín amorosamente ideal. Esperad, creo que me olvido de algo,
ah, sí, claro, la pareja. ¿Y qué hago yo ahora con la lista de la compra, con
mi vajilla roja, mi vestido de animalitos atontados y el body negro con látigo?
Ay, no perdonad, que ahora tocaba el vainilla. Este bombardeo de emails debería
haber empezado por lo más interesante: búscate una pareja y después la llenas
de complementos. Con derecho a devolución, ¿eh? que como dicen que los buenos
ya están pillados y si no vienen defectuosos, ¿qué hacemos los solteros sin
pareja?, porque mi madre me dice que ya es tarde para devolverme.
Qué bonito debe ser celebrar un San Valentín contigo.
ResponderEliminarBesos.
Pues no sé decirte, ya no recuerdo el último. Pero todo es ponerse, oye. Gracias, guapo! Beijos.
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