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Amantes

Escuché el pitido del móvil en la otra habitación. Traté de hacer memoria y pensé si tenía alguna respuesta pendiente, pero no lo recordaba. Me acerqué con expectación hacia donde descansaba mi teléfono. Me sorprendió ver un mensaje de él después de varias semanas desaparecido. No lo esperaba, pero mis labios formaron una sonrisa pícara. Intuía que no era el pulso lo que quería tomarme. Tras una charla algo subida de tono, decidimos que era el momento de poner en práctica lo imaginado. Una ducha rápida, un conjunto sexy, un toque de color en las mejillas, unos jeans ajustados y unos tacones que estilizaban mis piernas. Lo importante era sentirse cómoda, pero el toque sexy me divertía. El tic tac del reloj marcaba la proximidad de la cita; los nervios subían por mi garganta y la humedad bajaba por mi entrepierna. Dos besos. Algunas palabras. Una mirada directa, una sonrisa y los besos comienzan. Son apresurados, con ahínco. Labios mordidos por el deseo. Siento como los nervios van diluyéndose, pero el apetito de él va en aumento. Lo noto entre mis manos que buscan sus pectorales, que aprietan sus fornidos brazos. Mi mente está conectada a su cuerpo, a la búsqueda de mi deseo, del suyo. Retiro su camisa con delicadeza aunque mis dedos deseen arrancarle los botones de manera cinematográfica. Me paralizo en su cuerpo, lo observo con codicia disimulada. Me deleito en saber que aunque sea solo por un momento es mío, para mi disfrute, para que sus dedos recorran mi cuerpo, acaricien mis pechos, palpen las paredes de mi vagina. Se humedezcan de mi elixir interno. Me pregunto si me desea y bajo la mirada hacia su pene que se levanta como un mástil al izar la bandera. Glorioso, ansioso de sentir mis labios, de ser introducido en el calor de mi boca. Saboreado con la delicadeza de mi lengua y acariciado con las sacudidas de mi mano. Nos comemos mutuamente, por turnos, buscando el placer. Mi cuerpo se agita, se electrifica. Cada extremidad parece estar haciendo sus propios estiramientos. Notificación de que la explosión de placer se aproxima. Mi cuerpo estalla, me agota, pero necesito sentirlo a él dentro de mí, que su cuerpo reviente en mi cavidad al sentir mi fuego. Mis uñas clavándose en su espalda. Mi mano espolvoreando azotes a su nalga. Mis dientes mostrados en su hombro. Su placer provocando al mío. Y justo en ese momento, en este lugar, somos solo dos, nosotros dos, dos amantes disfrutando del placer salvaje. Un hombre y una mujer corriéndose de emoción sexual. Los besos son el último resquicio que nos queda de energía. Nos entrelazamos. Mi silencio se pregunta si habrá próximo capítulo. El suyo se llena de palabras, pero nunca de oportunidad. No suficientemente bonita, demasiado inteligente, tal vez algo caótica, solo sexo o sexo y algo más. 

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Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

El mapa de tus descubrimientos

         En mi región lumbar, están las instrucciones para descubrir mis oscuros deseos. Si aprietas mi dedo meñique, la sonrisa se dibuja en mi cara. Debes recorrer mis curvas con las manos limpias de pudor para obtener los resultados. Cuéntame los lunares de mis ingles como motas de chocolate vertido sobre la encimera de mi barriga. Las curvas de mis codos despiertan el éxtasis de mi cuerpo. Mis pestañas se hacen hermosas cuando el pincel las acaricia sin temor. Ese pequeño recuerdo de mi nacimiento se oculta temeroso en el tercer lunar de mi muslo izquierdo, pero debes empezar a contar desde el contorno de mi pezón. El lóbulo izquierdo hace girar mis tobillos al saltar. El libro de los sentimientos juega al escondite hasta que tu pasión acabe de contar diez. Éste es mi mapa. ¿Cuál es el tuyo?