Acostumbraba a echarse la siesta encima del sofá. Sus mini-shorts negros y su camiseta de tirantes eran su pijama de tarde. El toldo a medio cerrar. Las ventanas estaban desnudas porque le gustaba ver el mundo desde cualquier punto, pero sobre todo, le gustaba que el mundo le viera a ella. Su cuerpo derretido por las altas temperaturas, se agitaba por la inquietud de sus pensamientos. Acostumbraba a soñar despierta con los hombres que había deseado o que deseaba en su vida. Aquellas ideas eran suficientes para subir la temperatura de sus poros. El rugido de las cilindradas se aproximaba a sus recuerdos. Aquel 1,80m que conoció en una vieja cantina de Zamora volvía a su memoria. Sus caricias repartidas por debajo de su camiseta. Sus besos carnosos que la derretían entre su oreja y su clavícula. Sus palabras se transmitían a través de calladas miradas. Ella, a horcajadas, encima de las musculadas piernas. Su falda se confunde, por encima de sus piernas, con el culote. Besos l...
Palabras que forman frases. Párrafos que expresan sentimientos.