Ir al contenido principal

Carta de palabras (reeditada)



Estimado Alex:

Siempre dijiste que las palabras son elementos vacios que solos unos pocos somos capaces de dotar de verdadero valor. Nunca entendí la poca importancia que tú les dabas, yo que he volcado mi existencia en darles vida, llevándolas más allá de la simple faceta que pueden llegar a representar. Tal vez sólo por eso ya estábamos predestinados al desastre. Sin embargo, siempre me han gustado los riesgos y para mí fuiste alguien a quien descubrir, mi pequeño tesoro. Me insistías en que me olvidara de cavar sobre ti, pues lo único que podría encontrar era una inexactitud de sentimientos, a los que nunca quisiste poner etiquetas. Pero, más bien, era un baúl de dolorosos recuerdos que preferiste enterrar sin darles una buena sepultura. Te lanzaba mis preguntas de análisis, para sólo llegar a conocer la punta de tu iceberg, sin embargo, tú las apartabas como un espléndido jugador.
Hubiera conquistado el cielo, sólo por conocer un pedazo de lo que se esconde en ti. No fue posible. Ello me hace pensar que no era yo la persona elegida para descubrirte, para curarte las heridas. Y ahora eres un pequeño animal herido que se esconde en la oscuridad, buscando refugio en brazos efímeros y caricias con fecha de caducidad.

Sólo hubiera pedido, que alguna vez, te hubieras refugiado en mí.


Hasta siempre.
-------------
NOTA: Esta entrada fue originalmente publicada el 13/10/2011 pero ahora buscando un viejo texto para el taller me he topado con ella y creo que hoy es el día exacto para que vuelva a ver la luz. Porque a veces hay ciertas personas que nos aportan y nos quedan sin palabras. No he modificado nada. Sólo he añadido esta pequeña nota.

Comentarios

  1. Un texto medido y profundo, con una brevedad que lo hace agradable de leer y las palabras suficientes para hacerlo sentir.
    En cuanto a la experiencia, real o ficticia, a veces hay una soledad que quizás sólo sea una modalidad exigua de la muerte.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La soledad nos acompaña siempre; el protagonismo que le demos en nuestra vida sólo depende de nosotros. Gracias por tus palabras. ;)

      Eliminar
  2. Reconozco que yo también he tenido un Alex en mi vida, pero a veces intentamos curar a otros porque no sabemos curarnos a nosotros mismos.
    Creo que se nota lo mucho que me ha gustado.
    Un beso :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es fácil aconsejar que aplicarnos a nosotros mismos esos consejos. ;) Me alegra de que te haya gustado. Besos.

      Eliminar
  3. Leer esta carta me ha removido por dentro. Es sorpredente saber que hay personas que no se conocen pero que pueden llegar a sentir lo mismo. Has descrito lo que he sentido durante años.

    Sabes, ellos se lo han perdido...

    ResponderEliminar
  4. Tus palabras son todo un halago. Gracias. Besos.

    ResponderEliminar
  5. Digamos que ese Alex debe estar loco, suponiendo que es real, pues estas líneas son más intensas que muchos besos peregrinos en la oscuridad de la noche; pero de locos se construye la genialidad, y de genialidad el día a día... Sigue con esta calidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿No quisiéramos todos estar un poco locos o encontrar a ése que dé un pequeño toque de locura a nuestra vida? Pues, no buscamos más que aquello que deseamos ser.

      Eliminar
  6. Directa e indirecta al mentón, demasiado diste para lo poco que recibiste, según tus palabras. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La gente ofrece más sin ser consciente y cuando se es una persona introvertida con los sentimientos hay que valorarlo

      Eliminar
    2. Esto es como las guerras, siempre hay dos versiones; voy a tener que darle lápiz a uno de ellos para saber cómo nos lo contarían. ;)

      Eliminar
  7. Respuestas
    1. Si quieres el lápiz, sería interesante leer el otro punto de vista...

      Eliminar

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

El mapa de tus descubrimientos

         En mi región lumbar, están las instrucciones para descubrir mis oscuros deseos. Si aprietas mi dedo meñique, la sonrisa se dibuja en mi cara. Debes recorrer mis curvas con las manos limpias de pudor para obtener los resultados. Cuéntame los lunares de mis ingles como motas de chocolate vertido sobre la encimera de mi barriga. Las curvas de mis codos despiertan el éxtasis de mi cuerpo. Mis pestañas se hacen hermosas cuando el pincel las acaricia sin temor. Ese pequeño recuerdo de mi nacimiento se oculta temeroso en el tercer lunar de mi muslo izquierdo, pero debes empezar a contar desde el contorno de mi pezón. El lóbulo izquierdo hace girar mis tobillos al saltar. El libro de los sentimientos juega al escondite hasta que tu pasión acabe de contar diez. Éste es mi mapa. ¿Cuál es el tuyo?