Ir al contenido principal

Abstinencia de Palabras (reeditada)


Los primeros rayos del sol se perfilaban a través de la ventana. Ella se removió en la cama y restregó sus ojos, sin desmaquillar. La melena revuelta. Una vieja camiseta que alguien olvidó, hacía las veces de pijama. Así, sostribada en el perfil del balcón, desperezándose, perdía su mirada en el horizonte del Mediterráneo. Le gustaba pensar que su "otro yo" se perdía a lo lejos, en otra vida, en otros territorios, en otras lenguas. Hacía meses que la abstinencia formaba parte de su vida; decidió que el amor sólo era para valientes y ella ya estaba llena de consecuencias de guerras anteriores. Optó por la abstinencia sexual cuando ya no fue capaz de recordar los nombres ni las caras de aquéllos con quien había compartido tan íntimo momento. Y, las palabras, refugio de su soledad, se iban despidiendo cortésmente de las yemas de sus dedos. Y, sabéis, ésta era la abstinencia más dura y cruel que sufría mientras su mirada se perdía con el oleaje
---------------------------------------
Las fotos no tienen nada que ver con el texto. Son las últimas que he hecho y me apetecía compartirlas. La moto es de mi padre y tendrá algo más de veinte años. La que está sobre la moto, soy yo.

Comentarios

  1. Tal vez cierta abstinencia sirva para aclarar un poco las ideas.
    La moto tiene cierto encanto, aunque no me subiría durante mucho tiempo...
    Un Beso :)

    ResponderEliminar
  2. Ardid me ha encantado, escribes muy bien. La abstinencia si es una elección y adecuada está bien pero.. hay que disfrutar de los placeres de la carne. Un besazo.

    ResponderEliminar
  3. Pues me ha gustado, a tí no hace falta que te diga lo que puedo opinar de la abstinencia, porque segun dices escribes creando no compartiendo y la verdad, te aseguro que ha momentos en los que me he sentido de tal manera, más bien perdido creyendo que el amor era para valientes cuando no es ni tan solo un esfuerzo, si es amor

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu visita, me quedo por aquí cotilleando un rato...

    ResponderEliminar
  5. Me alegra de que os haya gustado. Gracias por pasaros y por dejar vuestra opinión.
    Bienvenido, "El Replicante", espero que te guste lo leas.

    ResponderEliminar
  6. simplemente genial.
    "decidió que el amor sólo era para valientes"

    mua

    ResponderEliminar
  7. Ay, eso de la abstinencia no se me da mucho.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

Querido diario

Querido diario, Hoy venía desarreglado, como si no hubiera tenido tiempo a arreglarse. Tal vez, se haya desnudado para otra. Aunque eso ya no me importa. Hace tiempo que sus aventuras dejaron de importarme, y sin embargo, no consigo escapar de aquí. Parece que este maldito anillo bloquea mis fuerzas, mi voluntad. Hace tiempo que dejé de existir. Ya no existe la Aurora de antes o, por lo menos, hace tiempo que dejé de reconocerme frente al espejo. También dejé de buscar mi reflejo porque odiaba lo que en él veía.  Al principio, te culpabilizas por la situación. Te convences a ti misma que aquello es pasajero, que ha sido un hecho aislado, producto del stress, de la tensión o de cualquier otra cosa nimia que en aquel momento te parece lo más grande del mundo. Pero se repite una y otra vez. En cualquier momento. En cualquier situación. Cualquier día. Intentas prepararte, como si fuera necesario un ejercicio de meditación para calmar su ira, aunque el ejercicio lo hacía yo. Mi i...