Una chica morena, de estatura media, se apoyaba en la puerta del conductor. La mirada perdida en el horizonte. Las uñas clavadas en la palma de la mano para recuperar el control sobre su mente. El dolor la trasladaba a la realidad, impedía que su mente divagara por fantasías imposibles de realizar. Ni siquiera se percibió de la presencia de él hasta que sus labios pronunciaron su nombre: Mika???
Ambas miradas se cruzaron; el nerviosismo de ella que estudiaba sus propias palabras, la curiosidad de él porque ella desapareció de su vida al igual que ahora repentinamente la tenía delante de sus ojos.
Él esperó pacientemente a que ella articulara las primeras palabras: "Siento haber desaparecido de tu cama", dijo torpemente.
Él se apresuró a interrumpirla; no quería falsas excusas, de ella, no. Sin embargo, ella acercó sus dedos hacia los labios de él para hacerlo callar y con la mirada le suplicó una oportunidad, sólo una, la necesitaba.
-"Fui una cobarde. Salí corriendo de tu cama a escondidas porque no fui capaz de afrontarlo. Tuve medio, miedo de lo que empezaba a sentir por ti; de no poder controlarme a mí misma."
-¿Y qué ha cambiado para que ahora estés aquí?, preguntó él.
-No ha cambiado nada. Por eso estoy aquí. Tu presencia inunda mi pensamiento cada noche; mi memoria ha retenido cada curva de tus músculos para invadir mis mejores sueños. Pero, no me basta con recuerdos. Deseo poder perderme en tus ojos, besarte a cada instante, resguardarme entre tus brazos, acariciar cada poro de tu piel morena.
El silencio se apoderó de la escena. Ella, avergonzada por la huída. Él, analizando la dulzura de cada sílaba.
Esas segundas oportunidades... ¿Volverá todo a ser como antes?
ResponderEliminarUn beso :)
No suele gustar lo de las segundas oportunidades, pero, en el fondo, digo yo: ¿Qué es la vida sino una sucesión de infinitas oportunidades de todo?
ResponderEliminar'Analizando la dulzura de cada sílaba'
ResponderEliminarMe encanta :3
que tierno, ha sido genial, y mas genial aun que tu escribas coas asi, tan bonitas :)
ResponderEliminarUn saludo y abrazo :D
Yo también me autolesiono para poder concentrarme. Mi dolor favorito es morderme la boca por dentro.
ResponderEliminarSólo es invencible el miedo que no se sabe que se tiene. Reconocerlo es ponerlo de rodillas ante tí y andar la mitad del camino par superarlo. Fácil que el resto de la travesía sea más bonita y en compañía seguro.
ResponderEliminarEs un texto muy tierno, me encanta. ¡Te leo! Un saludo!
ResponderEliminarUn placer pasar por tu casa,
ResponderEliminarsi te gusta la poesía te invito a mi blog.
que tengas una feliz semana.