Tal vez éstas seas mis últimas palabras. Presiento el fin cada vez más cerca. Las fuerzas hace ya tiempo que me abandonaron. Miro con tristeza hacia atrás, hacia aquella familia que me vi obligada a abandonar, hacia aquella vida que ya no existe en mí. Mi equipaje es cada vez más ligero, como lo son ya mis recuerdos. La vida de antes, la que ahora añoro, se difumina cuando trato de pensar en ella. Me cuesta recordar las facciones de mi madre cuando me despertaba cada mañana para ir a la universidad, sin embargo, nunca olvidaré la tristeza de sus ojos el día que me vio partir; ambas sabíamos que sería para siempre. Cuando me di cuenta de que los recuerdos empezaban a desvanecerse, decidí escribir un diario, pero un diario de recuerdos. No importaba la línea temporal, sólo que fueran míos, que fueran reales. Necesitaba recordarme a mi misma que antes de esto, antes, yo tenía una vida, que yo era feliz.
En los últimos tres años, he cambiado dos veces de país, cuatro veces de ciudad, seis universidades distintas y quince casas diferentes. Pero, siempre, siempre, me acaba encontrando.
No hay forma posible de huída, porque él siempre estará ahí. En cada paso que doy, siento su presencia. El teléfono a medianoche me recuerda su callada voz nombrándome. Clases, gimnasio, trabajo, autobús, metro, calles, parques, está en todas partes. Sus pasos se mueven al compás de los míos, como si yo fuera una marioneta manejada por sus sucias manos.
No hay escondite, el acoso no entiende de lugares prohibidos ni de distancias mínimas. ¿Dónde estaban ellos cuando cada noche su silueta descansaba frente a mi ventana? ¿O cuándo el roce de su mano me despertó al amanecer? ¿Y cuándo palpo cada mañana la cicatriz de mi costado por su última prueba de amor?
Éstas serán mis últimas palabras. Las fuerzas ya se agotaron. Ya no habrá huída. Volveré a mi hogar.
"Ven a mí, cariño, te voy a demostrar mi amor."
Ésta fue la carta recibida por la madre de la presunta asesina tres días después del fatídico suceso. El joven, P.J.M., fue asesinado de tres puñaladas en el costado derecho, al igual que reza la cicatriz que en la carta refiere la joven, C.S.Z., en la casa que ésta residía. La joven llamó directamente a la Policía para indicar que acababa de matar a un chico. Su única petición fue ser juzgada en su país de origen. Al tratarse ambos de ciudadanos españoles, el Gobierno Alemán, junto con la Embajada Española, han acordado que así sea.
Madrid, 15 de octubre de 2010
bastante fuerte y triste.!! creo q matar no es la salida es la entrada a la fatalidad.! por q si matas por odio, amor o lo q sea luego de hacerlo no creo q eso desaparezca.
ResponderEliminarbesos lunaticos, gracias por compartir la carta
A veces la desesperación, te hace tomar medidas irracionales. Gracias por estar siempre por aquí. Beijinhos.
ResponderEliminarMe he quedado out, dejo las palabras para otro momento.
ResponderEliminarsi esto es realemnte cierto, woooooo..
ResponderEliminaruna realidad de ensueño, aunque no uno muy feliz.
me agrado mucho a pesar de su final, digno de una final^^
cuidaos mucho.^^
Bienvenido, Leonard. La historia es totalmente inventada, aunque la idea proviene de una historia real que he conocido esta semana.
ResponderEliminarQuería trasmitiros la misma agonía que experimenta una persona en este caso.
Gracias, Big Small, por tu comentario, es siempre bien recibido.
Nunca dejes de sorprendernos, esa es la tarea de tu blog, de tu narrativa. Vas mas alla y cautivas al instante.
ResponderEliminarUna entrada muy buena, si esto es decir poco.
Un gran abrazo, amiga escritora.
Leía sin saber que era una carta, el final me ha dejado asombradisima.
ResponderEliminarbuen trabajo.
la desesperacion podria llevarme.. yo diria.. hasta mi suicidio.. en fin, me re quede ocon el texto.. pasas=
ResponderEliminarLo bueno, si breve, dos veces bueno--> (l)
ResponderEliminarEs impresionante, fuerte, es complicado, tenebroso. Cuando estaba leyendo me iba enganchando más e imaginaba que eras tú la protagonista de la historia. Es impresinante lo de la carta y el cómo acaba todo.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Animan a seguir mejorando.
ResponderEliminarRealmente se llega a sentir los sentimientos de la protagonista. Enhorabuena! Has ganado una admiradora más.
ResponderEliminarArdid!!
ResponderEliminarOhhh, cuanto tiempo hacia que no me pasaba...
lo siento, lo siento!!!! Dejé algo abandonado el blog.
Cuidate mucho, besitos :)!!
Pues no lo sé, pero lo mío sólo son palabras, afortunadamente no me ha pasado a mí :)
ResponderEliminarMe ha puesto los pelos de punta. Sobre todo por como la chica describe la situación. Aterrador.
ResponderEliminarBesos, cielo.
ResponderEliminar