Esta semana ha sido bastante larga. El trabajo acumulado de las vacaciones se ha subido hasta mis hombros para retarme a la perdición entre folios olvidados, bolígrafos fantasmas, emails parpadeantes y llamadas del horror. Y rematamos la semana con tormenta de granizos azotando mis cristales. Las ruedas del coche luchando para continuar. Mis excesivos deseos de permanecer bajo mi techo familiar, olvidando la responsabilidad. Mi cuerpo empezó a temblar tras cada granizo, cada trueno. Los relámpagos convertían la oscuridad absoluta en plena claridad. Sólo unos minutos de terror, extensos, largos, interminables minutos.
Espero que el fin de semana sea más tranquilo y me dé tiempo a subir alguna cosilla. ¡Buen finde!
Hace poco le dije a un amiga "Antes de que pase eso, primero caera granizo en este pueblo". Y por cosas de la vida quizás, ha estado lloviendo con granizo en varias partes, ayer me enteré de cáceres. Por aquí en Santa Cruz, el punto es que cae en muchas partes cercanas a mi, pero no directamente en el punto donde dije... Quizás señales?, o casualidad?. O una manera para no quitarme eso de la cabeza.
ResponderEliminarTe entiendo. Una semana complicada, si que si. Espero se termine. A ver si todo mejora.
ResponderEliminarUn abrazo.