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Mostrando entradas de 2013

Anuncio pre-navideño

            Se busca chico atractivo que no sepa que lo es porque seamos realistas los que saben que lo son no están alcance de cualquiera o abren la boca y dejan de interesarte. Un poco loco y borde, sin llegar a ser gilipollas. Requisito imprescindible que le guste leer, en mayor o menor medida. Hay mujeres que dicen que esto no existe. Yo sigo creyendo en los casos raros. Deberá darlo todo, porque las medias tintas es perder el tiempo. Si no quieres estar aquí, no haces falta. Se prefiere independiente a bombardeo de mensajes, noticias o cualquier otra vía existente. Si queremos saber qué hace alguien en todo momento, estaríamos enganchadas a Telecinco. Ya sabemos que lo del trabajo ahora está un poco jodido, pero, por favor, los calienta sillones y "dedimandos" que se abstengan. Si tu ropa te la compra tu madre o no sabes qué es visitar una tienda dos veces por año, también puedes olvidarte. Reconozcámoslo, seamos más o menos feos, queremos al lado a alguien qu

Los susurros del andén

          Alma llegó agitada a la pequeña entrada de la estación. Ya no recordaba la hora de partida del tren, pues no prestó demasiada atención. La manga de la camiseta le caía levemente dejando intuir una piel canela con pequeñas motas de chocolate negro. A pesar de ser un pueblo turístico, en aquella altura del año no era demasiado transitado debido a las altas temperaturas. Le caían leves gotas de sudor por las mejillas, que en alguna ocasión ella hizo pasar por lágrimas aventureras pues le parecía menos vergonzoso y la dotaba de ese dulzor que muchos le acusaban de carecer. Su mirada se perdía entre los andenes y los carteles luminosos a la espera de alguna esperanzada noticia que le marcara el camino a casa, a su próximo destino.                 Cuando el nerviosismo comenzaba a apoderarse de ella, una voz potente, marcadamente varonil, masculló algunas palabras de las que Alma sólo llegó a identificar que se trataba en un idioma incomprensible para ella. Su cara debió

Insomnio

                Tal vez me equivoque y las palabras aquí transcritas sean tan erróneas como la raíz cuadrada de quinientos veinte y tres entre siete. Los ojos que tú ves cada mañana pues no son los mismos que te miran cada tarde, justo a las cinco y veinte, siempre con prisas para llegar al último toque del timbre. Tal vez si supieras que esa joven pálida apoyada contra la pared descascarillada de la cafetería es la misma que acompaña tus noches de soledad, frente a una pantalla a veces demasiado silenciosa. Tantas vocales, hiatos, diptongos intercambiados y aún tratas de convencerme que no conozco a ese solitario tímido cabezón que disfraza sus paranoias mentales de sonrisas eternas. Ése que es incapaz de retroceder ante una decisión tomada porque primero está la madurez acompañada de la lógica y, si se diera la ocasión, blandiría un poco de impulsividad. Pero he llegado a pensar que solicitaste goma de borrar para quitar de tu pensamiento tan tamaño sacrilegio del comportamient