Ir al contenido principal

¿Y si hacemos un trato?

¿Y si hacemos un trato? Yo me guardo mis palabras entre los nudillos y las voy plasmando en silencio sobre tu espalda. Ellas me han prometido que no serán pronunciadas. Pero tú debes esconder las tuyas debajo de tu camiseta así yo podré jugar con ellas al escondite. Sólo nos debe guiar la mirada, tus ojos clavados en los míos, mi mirada furtiva sobre la tuya. Así no nos traicionaremos con sentimientos que no nos llevan a ninguna parte, tratando de ocultarnos a nosotros mismos o el uno al otro lo que de verdad se oculta en la tercera costilla a la izquierda. No es aquí donde habita el corazón, pero quien dice que sólo se puede sentir con él, si yo te he sentido a través de tus palabras que eran las que me quedaban sin aliento.
¿Y si hacemos un trato? Yo te quito la camiseta por encima de la cabeza, mientras estoy sentada a horcajadas sobre tus piernas, pero no dejes que se enfríe mi piel; tus manos son las encargadas de ser su propio fuego. Yo te ofrezco mis labios, pero recuerda que son besos peregrinos, robados en la oscuridad de esta noche, que sólo nos la ilumina unos faros mal enfocados. 
¿Y si hacemos un trato? Yo te como a besos desde tu cuello hasta tu ombligo, pero luego tú debes recorrerlo a la inversa sobre mi cuerpo. Yo prometo que debajo de esta camiseta te recibirán dos pechos libres de cualquier tela que les pueda restar belleza.
¿Y si hacemos un trato? Yo me subo la falda y tú te bajas los pantalones para fundirnos en uno y olvidarnos que allá fuera existen unas normas, que no paran de rebotarnos dentro de nuestra propia mente.
¿Y si hacemos un trato? Nos olvidamos de quiénes somos y nos volvemos dos desconocidos, yo la que subía a las nubes y tú el que pisaba el suelo. Esta vez, yo me encargo de ascenderte bien arriba, deja que mis labios se encarguen de ello. Y, tú, acércame bien a ti, así podré sentir el transpirar de tu piel, la suavidad de sus poros, el calor de tu cuerpo. Hazme sentir única, exclusiva, sin pasado, sin futuro, sólo el aquí y el ahora. 

Seamos dos locos sin aliento, ¿hacemos un trato?

Comentarios

  1. Cuantísimo trato interesante señorita Ardid, espero que le dé tiempo a llevar todos a cabo!:D
    suuuuuuerte!
    muah!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que es más complicado encontrar a un loco dispuesto aceptarlo ;)
      ¡Gracias!

      Eliminar
  2. Muchos tratos... es más un texto con el cual cerrar los ojos y disfrutar... Muy bonito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Realmente el trato es único sólo que hay que saber encontrarlo. Debemos saber si queremos ser parte de esos locos que arriesgan en la vida o aquellos otros que se conforman......

      Eliminar

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

El mapa de tus descubrimientos

         En mi región lumbar, están las instrucciones para descubrir mis oscuros deseos. Si aprietas mi dedo meñique, la sonrisa se dibuja en mi cara. Debes recorrer mis curvas con las manos limpias de pudor para obtener los resultados. Cuéntame los lunares de mis ingles como motas de chocolate vertido sobre la encimera de mi barriga. Las curvas de mis codos despiertan el éxtasis de mi cuerpo. Mis pestañas se hacen hermosas cuando el pincel las acaricia sin temor. Ese pequeño recuerdo de mi nacimiento se oculta temeroso en el tercer lunar de mi muslo izquierdo, pero debes empezar a contar desde el contorno de mi pezón. El lóbulo izquierdo hace girar mis tobillos al saltar. El libro de los sentimientos juega al escondite hasta que tu pasión acabe de contar diez. Éste es mi mapa. ¿Cuál es el tuyo?