Ir al contenido principal

¿Quién eres tú?


Quiero ser la princesa de mis sueños. Las relaciones públicas de la amistad. El escondite de los sueños. El antifaz de la amargura para de ella poder escapar. Quiero ser la dulce amada. La loca diversión. La tortura del amor. La bailarina de la pasión. Quiero ser el antónimo de la soledad. Quiero ser tu mundo y el mío, y de ellos quiero escapar. El aire de los pulmones. La sangre al brotar. El bote de los recuerdos. La maleta de los sueños. Quiero ser la oscuridad.  O, tal vez, tu despertar. ¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú?

















                                                    
  Dibujo obtenido en internet. Autor desconocido

Comentarios

  1. Me encanto.! y algo si aprendi del libro "los 7 habitos de la gente altamente efectiva de Covey, todos podemos ser lo que queremos ser; y tenemos la capacidad de sentir lo que deseamos sentir. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Me he divertido mucho por tu blog...

    ResponderEliminar
  3. es una pregunta a la que muchas veces no encontramos respuesta

    ResponderEliminar
  4. Supongo que quierendo averiguar quienes somos transitamos los días siendo lo que somos soñando ser más pero pudiendo ser menos.En resumen, soy lo que quieres que sea al igual que tu eres lo que yo imaginaré que eres.:)

    ResponderEliminar
  5. Gracias a tod@s por vuestros comentarios. Me encanta leerlos.
    Phantom, aunque me repito, he de decir que me ha encantado tu última frase: "soy lo que quieres que sea al igual que tu eres lo que yo imaginaré que eres". Besos.

    ResponderEliminar
  6. Ser o no ser esa es la cuestión ;P

    ResponderEliminar
  7. Estas palabras me llegaron directo "La bailarina de la pasión. Quiero ser el antónimo de la soledad. Quiero ser tu mundo y el mío, y de ellos quiero escapar". Hermosa entrada sin duda alguna.

    ResponderEliminar
  8. Gracias por visitarme.
    Siempre impresionante la manera en como manejas las emociones. Me gusto mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. bonito pensamiento

    gracias por co partirlo

    un salido desde la avenida!!

    ResponderEliminar
  10. Me ha encantado. Tu eres todo eso y hasta donde la imaginación te alcance. :)

    ResponderEliminar
  11. Gracias. Aprendiendo a ser más. ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Explotemos juntos en alguna ocasión (continuación de "Ni tú pá mi, ni yo pá ti")

Y, de repente, para, se yergue y se distancia de él unos escasos centímetros, que ni el silencio se hubiera atrevido a atravesar. Le mira directamente a los ojos. Ella roza sus propios labios con su lengua para terminar con un pequeño mordisco en el labio inferior, por la parte izquierda de éste. Él se mantiene inalterable en su posición, controlando su deseo por ella, aunque su entrepierna tenga vida propia y roce suavemente el muslo derecho de su enigmática compañera sexual. Ella se inclina sobre él y echa su cálido aliento sobre la fina piel de su cuello provocando que ésta se erice, para terminar con un lametón a la altura de la barbilla. Y sin que ambos se rocen, sus lenguas se acarician atrayéndose entre si para terminar en un apasionado beso, que aunque comienza lento, termina salvaje, ansioso, donde las manos invaden el cuerpo del otro. Él la sube a la altura de su cintura y la penetra fuerte, mientras ella le rodea con sus piernas y su espalda es ahora la que golpea la

Sueños de medianoche

Nos escondimos en aquel viejo cuarto, tras las escaleras de la segunda planta, después de la sala de ordenadores de los de segundo de carrera, ¿te acuerdas? Dos pares de vaqueros tirados sobre el suelo. Mi camiseta sobre el pomo de la puerta. La tuya, sobre la pila de viejas CPU, de una generación ya olvidada. El aire la ondeaba como la bandera de un barco pirata reclamando su territorio. Golpeaste mi espalda contra la puerta, sujetando con firmeza mis brazos por las muñecas, quedando a tu merced. Me clavaste tu mirada con tal intensidad, que aún hoy sólo necesito cerrar los ojos para sentirla sola para mí. Me susurraste al oído derecho que cerrara los ojos y cuando mis párpados se bajaron sentí tus labios recorrer lentamente mi cuello hasta la clavícula, haciendo estremecer todo mi cuerpo. Tu lengua saboreó mis pezones haciéndolos endurecer. Ibas bajando hacia mi ombligo; tus manos acariciaban las curvas de mi cuerpo. Sutilmente retiraste la última pieza que cubría mi cuerpo, quedan

¿Lo probamos?

-¡Chist, calla! -¿Pero esto no lo puedo utilizar? -No, eso tampoco. -Pues, no sé yo si me va a gustar, ¿eh? -Déjame a mí y verás como te gusta. Colócate ahí.  -¿Dónde pongo las manos? - Tus manos irán agarradas a este par de pañuelos negros. ¿Te aprietan? -No, así están bien. Lo has hecho para evitar que te toque. -No. -Ah, ¿no? ¿Y entonces por qué ha sido? -Para que tú no evites que deje de tocarte a ti. -Te aseguro que no vas a conseguir mucho sólo con un par de besos. -En ese caso, no te importará que también te ate por los tobillos, ¿verdad? -No conocía este lado tuyo, le dijo él con la mirada traviesa. Mientras ella cerraba el nudo del tobillo derecho, levantó su mirada hacia él y sin nombrar palabra, continuó con el tobillo izquierdo. -Ahora sí cumplirás la norma, sentenció ella. Sólo había una, la única era dar placer sólo a través de los labios. Estaba prohibido el uso de cualquier otra parte de