Ir al contenido principal

¿serías capaz sólo de leerme?

Adrián encendió la pantalla del ordenador pero hasta que no hubo terminado de colocar sus apuntes sobre la mesa, no se dispuso a trabajar con él. Sin embargo, quedó sorprendido al comprobar que la pantalla de navegación estaba abierta y en la misma una pequeña ventana de conversación parpadeaba. Podría haber optado por cerrarla sin más, pero pocas veces se tenía la oportunidad de observar la vida de alguien tan directamente. Su mesa se encontraba al principio, de las que miran hacia la puerta. Y justo antes de abrirla comprobó que no hubiera alguien observando su osadía. Click. Y la pantalla se le mostró. Sólo había una frase, sólo una: ¿serías capaz sólo de leerme? Una pregunta sencilla, eso creyó él. Por eso, no dudó ni un instante en contestar, ¡por supuesto! La respuesta demoró un minuto, un breve espacio de tiempo, que a él se le antojó inmenso. Del otro lado, le quiso dar un aviso, "una vez que empiece, tendrás que reprimir tus ganas de querer expresarte, ¿lo has entendido bien?". A lo que él contestó sin darle la mayor importancia, pues pensó que no se trataría más que los delirios de amor de alguna joven: "Creo que podré hacerlo".
Y fue así como ella empezó su relato: tras refugiarme en muchas camas en estos últimos seis meses, llegué a la conclusión de que antes de seguir compartiendo mi cuerpo con hombres de diferente condición, debía empezar por mí misma, pues de nada sirve que ellos intentaran darme placer si ni yo misma sabía dónde éste se encontraba. Por ello, ahora me dedico a autocomplacerme a mí misma, buscando las diferentes formas de placer que puedo experimentar. Mi cuerpo desnudo postrado en este chaise lounge, bañado por la luz amarillenta de las farolas y por la luna que las acompaña. Mi pie derecho va subiendo lentamente por mi pierna izquierda con un suave roce hasta llegar a la altura de mi rodilla para volver a bajar. Deslizo una pluma negra desde mi clítoris hasta mis pechos para continuar acariciando la piel de mis brazos hasta terminar en la punta de mis dedos. Ahora yazco extendida sintiendo el roce de la suavidad de la pluma con el tacto de mi piel que se eriza allí por donde aquella pasa. Al sentirla en mi cuello, mis ojos no pueden sino perderse en la oscuridad de la noche, mientras mi mano izquierda se desliza lentamente hacia mi clítoris acariciándolo con las yemas de mis dedos en suaves círculos. ¡Oh, bendita humedad! Mi cuerpo expresando el deseo de sentir, el placer del sexo único. Y mi dedo se desliza lo suficiente para adentrarse dentro de mí......
-¡PARA!, gritó él primero y los pocos asistentes que allí estaban reunidos le miraron con cara de pocos amigos y todos al unísono, con un dedo delante de sus labios, le dijeron ¡chiiiiiiist! Y, a continuación, lo mismo que había gritado lo escribió en la pantalla del ordenador. Entonces, ella borró sus últimas palabras escritas y se desconectó.
Él permaneció perplejo, mirando aquella ventana de chat, donde las palabras se agrupaban unas a otras, y con la firme convicción de que nunca antes había tenido tanta necesidad de escribir y no poder hacerlo.

Comentarios

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

Querido diario

Querido diario, Hoy venía desarreglado, como si no hubiera tenido tiempo a arreglarse. Tal vez, se haya desnudado para otra. Aunque eso ya no me importa. Hace tiempo que sus aventuras dejaron de importarme, y sin embargo, no consigo escapar de aquí. Parece que este maldito anillo bloquea mis fuerzas, mi voluntad. Hace tiempo que dejé de existir. Ya no existe la Aurora de antes o, por lo menos, hace tiempo que dejé de reconocerme frente al espejo. También dejé de buscar mi reflejo porque odiaba lo que en él veía.  Al principio, te culpabilizas por la situación. Te convences a ti misma que aquello es pasajero, que ha sido un hecho aislado, producto del stress, de la tensión o de cualquier otra cosa nimia que en aquel momento te parece lo más grande del mundo. Pero se repite una y otra vez. En cualquier momento. En cualquier situación. Cualquier día. Intentas prepararte, como si fuera necesario un ejercicio de meditación para calmar su ira, aunque el ejercicio lo hacía yo. Mi i...