Ir al contenido principal

Mirando dentro de ti

¡Te echo de menos!, se repetía ella una y otra vez. Antes solías estar alegre con mayor frecuencia. Aún recuerdo como los chistes o las gracietas más tontas hacían que te desternillaras de risa. Siempre fuiste de risa fácil. Reías cuando nadie más osaba a hacerlo. Ahora, tu mirada está triste, a cada instante es cómo si lucharas contra el mundo y las fuerzas hace ya tiempo que te abandonaron.
Tienes un recuerdo lejano, casi en el olvido, de la última vez que tus ojos brillaron de felicidad al sentir el maquillaje rozando tu piel. Aquellos pequeños ojos negros perfilados, aclamando que ellos también formaban parte de ti, aunque fuera difícil detectarlos. Y esos labios, oh, dios mío, ¿¡hace cuánto no osan besar!?. Apenas recuerdan el último beso que sintieron. Incluso permanece en el olvido, allí donde has decidido enviar tu vida, a quien creíste merecedor de tal premio. ¿Por qué te has olvidado? ¿Qué desencadenó que creyeras que la vida, tu vida, no fuera lo suficiente valiosa cómo para dedicarte un poquito cada día a ella? Ni siquiera osas mirar allí dentro. Rehúyes cada noche tus pensamientos, miedosa de qué te aclamen un acto de valía. Repudias las viejas fotografías porque ellas muestran el esplendor que había sobre ti.  Ya no reconoces tu cuerpo, maltrecho y pálido por huir siempre del calor, del sol tostando tu piel, del calor de ellos, de tu propio calor.
¿Qué debería cambiar qué te hiciera reaccionar? ¿Qué valdría la pena para levantar la cabeza y mirarte directamente a los ojos? ¿Por qué afrontarías tu realidad, tu vida, lo que tú has creado a tu alrededor? Pena. Humillación. Fracaso. Felicidad. ¿De qué tienes miedo, de quedar herida en un rincón o de ser feliz? Sí, ¡ F-E-L-I-Z! Tal vez no se pueda experimentar la felicidad a cada instante del día, pero habrá momentos que te harán volver a reír, momentos que te ayudarán a despertarte cada día, momentos simples pero felices. Volverás a sentirte querida, cortejada, deseosa de ti misma. ¡Levántate y grita, grita por ti, por tu vida, por tu felicidad! No vuelvas a caer de espaldas a la vida. Habrá peldaños que subir, no los puedes evitar, pero al final, serás tú y sólo tú luchando por tu vida. ¡Levanta y sonríe por tu vida!

Comentarios

  1. Muy bonito. Me encanta cómo escribes, sobre todo porque escribes sobre aspectos reales de la vida.

    Muchos besitos
    Carmen

    ResponderEliminar
  2. A menudo reflexionar nos hace la tarea mas sencilla. Tu texto es sincero. Me gusta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Habrá peldaños que subir, no los puedes evitar, pero al final, serás tú y sólo tú luchando por tu vida.

    Para mi el resumen, perfecto.

    Me gusta los resumenes que haces en mi blog d elo que opinas :)

    ResponderEliminar
  4. Traigo un tarro de mermelada de risa, para que le eche a las tostadas, a ver si se pone un poquito más feliz.


    (y para ti
    un té y
    cosquillas)

    ResponderEliminar
  5. ¿Qué desencadenó que creyeras que la vida, tu vida, no fuera lo suficiente valiosa cómo para dedicarte un poquito cada día a ella?

    Esa frase me la apunto,con tu permiso,porque a veces me viene bien pararme un momento y hacerme justamente esa pregunta...sería una buena reflexión para los momentos de bajón.

    Un beso =)

    ResponderEliminar
  6. Gracias a tod@s por vuestros comentarios.
    Dara Scully has conseguido arrancarme una sonrisa. Gracias.
    Ms. Cyanide. Por supuesto que tienes mi permiso y me alegra que busques razones para no sentirse mal. Tod@s tenemos nuestros bajones y, a veces, necesitamos recordar que todo acaba pasando.

    ResponderEliminar
  7. La clave es no perder nunca la ilusión (:
    Seguro que eres una persona muy especial, no dejes de serlo porque me encanta como escribes^^

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

Querido diario

Querido diario, Hoy venía desarreglado, como si no hubiera tenido tiempo a arreglarse. Tal vez, se haya desnudado para otra. Aunque eso ya no me importa. Hace tiempo que sus aventuras dejaron de importarme, y sin embargo, no consigo escapar de aquí. Parece que este maldito anillo bloquea mis fuerzas, mi voluntad. Hace tiempo que dejé de existir. Ya no existe la Aurora de antes o, por lo menos, hace tiempo que dejé de reconocerme frente al espejo. También dejé de buscar mi reflejo porque odiaba lo que en él veía.  Al principio, te culpabilizas por la situación. Te convences a ti misma que aquello es pasajero, que ha sido un hecho aislado, producto del stress, de la tensión o de cualquier otra cosa nimia que en aquel momento te parece lo más grande del mundo. Pero se repite una y otra vez. En cualquier momento. En cualquier situación. Cualquier día. Intentas prepararte, como si fuera necesario un ejercicio de meditación para calmar su ira, aunque el ejercicio lo hacía yo. Mi i...