Os dejo estas palabras que escribí el mes pasado y que había olvidado publicar: "Después de una semana de limpieza, más interna que espiritual. Es difícil hacer una autoevaluación con el ir y venir de gente, carritos y voces al otro lado de la puerta. Ahora, sólo espera levantar cada mañana y comprobar que ha llegado el momento de relajación, de tranquilidad. Huir del pasado y afrontar una nueva etapa llena de calma. Cada día será un punto más a superar hasta conseguir la meta. Ésta está lejana, pero posible de acceder a ella. El nuevo comienzo ha llegado".
Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.
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Confesó