Ir al contenido principal

Garabatos en el cielo


A mis treinta años rebusco en mi memoria perdida, sensaciones que una vez experimenté y que la madurez me arrebató.
Cuando aún estaba el rocío acariciando el campo, pisar el césped con los pies desnudos. O tirarme en medio de cualquier rincón, a interpretar las nubes, como garabatos dibujados en el cielo por un artista local. Echábamos a volar la imaginación, deseando cual figura imaginaria. Sólo existía ese momento y el arco iris de sensaciones. Sensaciones que difícilmente ahora se pueden recuperar.
Deberían avisarnos que las sensaciones aquellas que nos invadían al ser un crío, desaparecen con la madurez. No desaparecen pero golpean tan suavemente la pared que es difícil sentir su presencia. Han sido escondidas por otras más fuertes; aquéllas que son intrínsecas a la madurez. La responsabilidad, el trabajo, el estudio, la familia, el compromiso...
Es hora de descalzarse y atrevernos a pisar el césped. Recuperar viejos recuerdos, viejos sentimientos, al fin y al cabo, viejas sensaciones olvidadas en una caja de latón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

Querido diario

Querido diario, Hoy venía desarreglado, como si no hubiera tenido tiempo a arreglarse. Tal vez, se haya desnudado para otra. Aunque eso ya no me importa. Hace tiempo que sus aventuras dejaron de importarme, y sin embargo, no consigo escapar de aquí. Parece que este maldito anillo bloquea mis fuerzas, mi voluntad. Hace tiempo que dejé de existir. Ya no existe la Aurora de antes o, por lo menos, hace tiempo que dejé de reconocerme frente al espejo. También dejé de buscar mi reflejo porque odiaba lo que en él veía.  Al principio, te culpabilizas por la situación. Te convences a ti misma que aquello es pasajero, que ha sido un hecho aislado, producto del stress, de la tensión o de cualquier otra cosa nimia que en aquel momento te parece lo más grande del mundo. Pero se repite una y otra vez. En cualquier momento. En cualquier situación. Cualquier día. Intentas prepararte, como si fuera necesario un ejercicio de meditación para calmar su ira, aunque el ejercicio lo hacía yo. Mi i...