Ir al contenido principal

Mi castigo, mi condena

Y todos pagamos por nuestros malos pensamientos, por nuestros errores, por el dolor repartido a nuestro alrededor. De nada sirve que el día treinta y uno quememos el sufrimiento porque éste seguirá perdurando en nuestro pensamiento y en el de aquellos que fueron diana de inconscientes flechas de dolor. Rompes fotos en mil pedazos para borrar un pasado que una vez existió, pero cierra los ojos y piensa que inspiró cada una de ellas: momentos de improvisación, de locura, bajo el hechizo de su encantamiento. Búscate entre letras perdidas y conversaciones guardadas, porque de tanto desear encontrarte acabaste olvidando el porqué de esta búsqueda. Ni eres, ni fuiste, ni serás más que la sombra de un perfil mal diseñado. Una acumulación de caos que perdió el camino de tanto esperar en la estación por un tren sin destino ni confirmación, que nunca pasaría por esta parada llena de incertidumbre y polvo de sentimientos. Y cumple el castigo de tu condena bajo la sombra de nuevos temores que te susurran cada noche detrás de unos párpados a medio cerrar.

Comentarios

  1. buah! pasa de miedos nuevos...no te pegan para este 2012!;)
    Media verónica!:)

    ResponderEliminar
  2. Una mitad que se hunde en un océano oscuro. En una fosa abisal que poco puede sino cobijar entre sus frias aguas los lamentos más oscuros del hombre.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, esto si que es nuevo!!!! Gracias por la invitación...

    Que comiences un muy buen año!!!!!!

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Poetadebotella. Ya no sé ni lo que me pega. ;)
    Symmetry. No lo hubiese descrito mejor.
    La Novia. A ti, por pasarte. ;) ¡Ojalá! Que en 2012 vuestros sueños sean una realidad.

    ResponderEliminar
  5. Una vez más, un texto increíble.
    Coincido contigo, pero tal vez sea el momento de reinventarse.
    Un Beso :)

    ResponderEliminar
  6. Eso iba a decir, que las cosas cambien para el 2012 :)

    ResponderEliminar
  7. Tal vez sea el momento, Nelly. Besos.
    En tres semanas mi vida cambiará, Miqui, sólo depende de que sea para bien.
    SweetElizabeth. El tiempo lo dirá.

    ResponderEliminar
  8. Espero que el cambio haya llegado o este en ello..

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Confesó

Entradas populares de este blog

Sin definir

Me hubiera gustado dejar algún texto, pero el día no ha sido muy bueno. La verdad es que hay días que sería mejor no levantarse. Os dejo por unos días. Voy a perderme entre playas y bosques, ruinas de otros tiempos, pasadizos a otros mundos, atardeceres con ojos a medio abrir y, tal vez, locuras de corazón. Espero volver con aires renovados, inspiración a borbotones y medias sonrisas sin descubrir. Besos a tod@s. Entrad en septiembre con recuerdos veraniegos y esperanza de próximas escapadas.

Se acordaron de mí

Debería haberlo hecho la semana pasada, pero no he tenido demasiado tiempo libre. Por ello, os pido perdón. Primero, quiero agradecer  a Nelly de "Los Silencios de Nelly" por concederme el Premio "Flor Naranja". Para mí ha sido una grata sorpresa, no esperaba haberme hecho un huequecito tan pronto en este mundo. También, quiero aprovechar para agradecer a María de "Árbol de Luz" por concederme un dulce premio (mmm, ¡qué rico!). Muchísimas gracias por acordarte de mí.  Sólo espero que sigáis disfrutando de mis entradas y que a través de ellas, os provoque alguna sensación. En mi siguiente post, indicaré mis seleccionados para que disfruten de estos premios como estoy haciendo yo. PD: Si me he olvidado de algún premio (tenga esa sensación), por favor, decirlo y lo posteo. Gracias. Beijinhos.

Querido diario

Querido diario, Hoy venía desarreglado, como si no hubiera tenido tiempo a arreglarse. Tal vez, se haya desnudado para otra. Aunque eso ya no me importa. Hace tiempo que sus aventuras dejaron de importarme, y sin embargo, no consigo escapar de aquí. Parece que este maldito anillo bloquea mis fuerzas, mi voluntad. Hace tiempo que dejé de existir. Ya no existe la Aurora de antes o, por lo menos, hace tiempo que dejé de reconocerme frente al espejo. También dejé de buscar mi reflejo porque odiaba lo que en él veía.  Al principio, te culpabilizas por la situación. Te convences a ti misma que aquello es pasajero, que ha sido un hecho aislado, producto del stress, de la tensión o de cualquier otra cosa nimia que en aquel momento te parece lo más grande del mundo. Pero se repite una y otra vez. En cualquier momento. En cualquier situación. Cualquier día. Intentas prepararte, como si fuera necesario un ejercicio de meditación para calmar su ira, aunque el ejercicio lo hacía yo. Mi i...