No escuchéis
cuentos de finales felices
ni príncipes de
armadura en plata.
No imaginéis rosas
cada mañana
ni bailes en la
madrugada.
No pidáis la
cara bonita de la luna.
No os
hipnoticéis con amplias sonrisas.
Sólo son
historias de hombres para endulzar oídos inocentes,
mentiras escondidas
entre ilusiones dibujadas al antojo de deseos mundanos y primarios.
Sólo existen
historias con principios y finales.
Sólo bostezos y
mal aliento matutino.
Miradas pérdidas
en pensamientos de huída.
Únicamente quedan
pedazos de corazones recosidos.
Ropa interior
abandonada por viejos dueños de deseos.
Ahora, sólo
tenemos la Antártida entre nuestros dedos
y la espada en
nuestro corazón.
Eso digo yo, basta ya de tanta cosa bonita.
ResponderEliminarMe alegra tu regreso.
Para lo bonito ya están otros. Gracias a ti por leerme, Nelly. ☺️
ResponderEliminarGracias, Julia. Bienvenida a mi rincón.
ResponderEliminar