Ahora me ha dado por difundir este pequeño
rincón más allá de los que estáis aquí y de algún lector anónimo y para ello he
optado por Paperblog, donde se puede difundir todo tipo de blogs. (« Valido la
inscripción de este blog al servicio Paperblog bajo el seudónimo ardid »)
Nos escondimos en aquel viejo cuarto, tras las escaleras de la segunda planta, después de la sala de ordenadores de los de segundo de carrera, ¿te acuerdas? Dos pares de vaqueros tirados sobre el suelo. Mi camiseta sobre el pomo de la puerta. La tuya, sobre la pila de viejas CPU, de una generación ya olvidada. El aire la ondeaba como la bandera de un barco pirata reclamando su territorio. Golpeaste mi espalda contra la puerta, sujetando con firmeza mis brazos por las muñecas, quedando a tu merced. Me clavaste tu mirada con tal intensidad, que aún hoy sólo necesito cerrar los ojos para sentirla sola para mí. Me susurraste al oído derecho que cerrara los ojos y cuando mis párpados se bajaron sentí tus labios recorrer lentamente mi cuello hasta la clavícula, haciendo estremecer todo mi cuerpo. Tu lengua saboreó mis pezones haciéndolos endurecer. Ibas bajando hacia mi ombligo; tus manos acariciaban las curvas de mi cuerpo. Sutilmente retiraste la última pieza que cubría mi cuerpo, quedan
Difundirse es fundirse dos veces?
ResponderEliminar:p
Kiss
jajaja tal vez, sólo que fundirme conmigo misma hace imaginarme los huesos donde está la piel y viceversa, ya me está resultando demasiado asqueroso para un domingo. :P
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