Querido diario,
Hoy venía desarreglado, como si no hubiera tenido tiempo a arreglarse. Tal vez, se haya desnudado para otra. Aunque eso ya no me importa. Hace tiempo que sus aventuras dejaron de importarme, y sin embargo, no consigo escapar de aquí. Parece que este maldito anillo bloquea mis fuerzas, mi voluntad. Hace tiempo que dejé de existir. Ya no existe la Aurora de antes o, por lo menos, hace tiempo que dejé de reconocerme frente al espejo. También dejé de buscar mi reflejo porque odiaba lo que en él veía.
Al principio, te culpabilizas por la situación. Te convences a ti misma que aquello es pasajero, que ha sido un hecho aislado, producto del stress, de la tensión o de cualquier otra cosa nimia que en aquel momento te parece lo más grande del mundo. Pero se repite una y otra vez. En cualquier momento. En cualquier situación. Cualquier día. Intentas prepararte, como si fuera necesario un ejercicio de meditación para calmar su ira, aunque el ejercicio lo hacía yo. Mi ira no existía porque al lado de la suya parecía una novata el primer día de carrera.
Olvidé el día que nos conocimos, el día que nos dimos el primer beso, el día que nos hicimos el amor, el día que nos casamos. Ahora sólo recuerdo el día que las caricias pasaron a ser manos levantadas. El día que su voz se alzó para gritar a los cuatro vientos, no su amor por mí, sino su odio hacia este menudo cuerpo, a esta dulce y frágil voz. El día que dejé de amarlo palpita en mi cabeza como un mensaje luminoso de cualquier casino de Las Vegas. Va retumbando de un lado a otro como el eco lanzado al monte.
A lo largo de la vida acabas encontrándote suficientes escaleras como para darte cuenta que es necesario aprender a gatear para después, con el equilibrio afianzado, comenzar pasito a pasito. Sin embargo, mi corazón siente pena porque desconoce dónde está el amor que una vez sentí, el amor que una vez él me juró. Pero, mi mente odia, maldice, culpabiliza a este nuevo ÉL.
Al cumplir mis quince años, me llevé mi corazón en una mochila porque había sido pisoteado y las tiritas no eran suficientes para tapar tanto dolor. Odié y odié. Mi madre se acercó y con esa mirada de ternura, me dijo: "el odio es sólo una palabra, no es un sentimiento. Nunca te permitas odiar a nadie porque entonces el daño será irreparable".
Las heridas no tienen tiempo de curarse. Él se encarga de abrir nuevas para azotar cada vez más esta personalidad.
Dudo si él se cansará antes de mí o yo recogeré fuerzas abandonadas por otros cuerpos, por otras mentes para poder escapar de esta condena, de mis propias cadenas.
De verdad, de dónde sacas la inspiración? Es que me encanta... Tan real, tan dramático... ains!!! Muy chulo, de verdad.
ResponderEliminarMuchos besitos
Carmen
Al empezar a leer pensé que me encontraba ante una historia de amor y no una salpicada por el odio y la ira.
ResponderEliminarEn momentos como ese hay que ser egoísta y quererse a una misma por encima de todo.
De nada sirven esas mentiras cuando se es totalmente consciente de cual es la verdad.
Me gustó, me hizo pensar en la cantidad de diarios que dirán cosas parecidas a las que expones.A veces es más facil entender a una persona a través de su diario que personalmente, quizás no seria mala idea intercambiar diarios de vez en cuando (siempre que la intención sea buena claro).
ResponderEliminarUn beso.
ME encantó sinceramente, gracias por escribirme siempre que has podido, significa mucho para mi, te dejo un enorme besote ando cortita de tiempo, que rabia >.<, pero al menos alcanse a escribirte algunas cosas, te dejo un beso enorme :D
ResponderEliminarEnhorabuena, has conseguido que me cayera una lagrimita mientras leía, recuerdos del pasado...
ResponderEliminar¿sabes cual es el final?
cuando te paras a pensar si quieres a una persona ya has dejado de quererla. No sería necesario cuestionar tu necesidad a ella si de verdad no sintieras en cada segundo que necesitas su aroma.
Cómo duele cuando las cosas cambian, cuando las cosas ya no son cómo antes y duele aún más saber que jamás lo volvera a ser. El dejar de recordar los momentos de felicidad, porque son más fuertes y seguidos los recuerdos de dolor y sufrimiento.
ResponderEliminarÉl final me gustó mucho... Pero no me gustaria que las cosas acabaran así para ella.
Un beso Guapa (:
te sigo a partir de YAAAAAAAA!
ResponderEliminarme encanta!
pasate por mi blog noeslocuraesamor.blogspot.com
Es tan bonito y a la vez tan triste, ya que olvidó aquellos maravillosos días que fueron loos más felices de su vida, pero fue culpa de él, ya que ahora se dedica a maltratarla, según he podido entender.
ResponderEliminarBesos!!
Encantador, pero muy triste lamentable es pensar que esto debe ser la realidad de muchas mujeres, gracias por leer mi blog (: cuídate mucho, besos.
ResponderEliminarMuy triste....te sigo
ResponderEliminarbss lecturianos!
me gusta el blog
ResponderEliminaraunque esta entrada sea triste, pero buena
He vuelto :)
ResponderEliminarPrometo ponerme al día con todas las historias
un besito
Cada dia se te presenta la oportunidad de cambiar lo que no quieres de ti.! solo hay que ser lo suficiente sabio para apreovecharlas.! Me ha gustado la entrada, como siempre escribes muy bien y plasmas de una forma especial sus pensamientos. Un beso y feliz lunes
ResponderEliminarUf. no sé muy bien que decir. me gusta, te sigo y congratulations por el blog!
ResponderEliminarLas tiritas no curan nada, sólo lo hace el tiempo.
ResponderEliminarDescribes muy bien una situacion que(desgraciadamente)es demasiado comun..T_T
ResponderEliminarTe sigo!^^
PD:Tu nick a que se debe?Me ha venido a la cabeza la reina Ardid de Olvidado Rey Gudu.XP
Besos de tinta
¡gracias a Dios! no soy el único. en casa me tachan ya de enfermo... es que todo no hay que comérselo, es de mala educación! jajajaja! (:
ResponderEliminarA veces el recuerdo es mas fuerte que la realidad. Es confuso, doloroso.
ResponderEliminarMe gusta la facilidad con que empleas las letras, como si no lo pensaras, como si simplemente salieran.
Disculpa la ausencia, una semana bastante complicada.
Un abrazo.
Que bien escribes¡¡¡¡
ResponderEliminarmuak
elgatoconestilo.blogspot.com
Me encanta, sabes transmitir muy bien. Sabias palabras la de la madre. Muy emotivo. Bsos
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