Imagino que como la de cualquiera. Trabajar, ver tv, navegar por internet, leer, ir al gym (esto depende del mes. Creo que debería buscar una compañera de gym, sería más motivador), visitar a mi madre. Lo normal, vamos.
Nos escondimos en aquel viejo cuarto, tras las escaleras de la segunda planta, después de la sala de ordenadores de los de segundo de carrera, ¿te acuerdas? Dos pares de vaqueros tirados sobre el suelo. Mi camiseta sobre el pomo de la puerta. La tuya, sobre la pila de viejas CPU, de una generación ya olvidada. El aire la ondeaba como la bandera de un barco pirata reclamando su territorio. Golpeaste mi espalda contra la puerta, sujetando con firmeza mis brazos por las muñecas, quedando a tu merced. Me clavaste tu mirada con tal intensidad, que aún hoy sólo necesito cerrar los ojos para sentirla sola para mí. Me susurraste al oído derecho que cerrara los ojos y cuando mis párpados se bajaron sentí tus labios recorrer lentamente mi cuello hasta la clavícula, haciendo estremecer todo mi cuerpo. Tu lengua saboreó mis pezones haciéndolos endurecer. Ibas bajando hacia mi ombligo; tus manos acariciaban las curvas de mi cuerpo. Sutilmente retiraste la última pieza que cubría mi cuerpo, quedan
Yo también vivo en Cáceres ^^.
ResponderEliminarLa imagen de la cabecera me encanta ^^
Besos de letras con Tinta (^_^)
Yo no tengo fuerza para ir al gym y lo terribles, es que se le recomienda a todos los pacientes hacer ejercicios hahaha.
ResponderEliminarMama insiste con el gym. Erika, insiste con que engorde. Papa, el piensa en como generar mas dinero. Mis hermanas: sin comentarios.
ResponderEliminarNo tenemos una vida muy distinta, al fin y al cabo.
Abrazos.